El ruido se pierde en el silencio;
mundo, te quedas mudo
cuando el aire se queda quieto.
Las olas del mar forman nudos
que se deshacen tarde
haciendo el silencio más agudo.
Llegamos al final, al desenlace
de una triste melodía
donde no hace música nadie,
donde el único ruido se sentía
en el eco de tus zapatos
mas ahora tus zapatos son solo poesía.
En la noche ya no quedan gatos,
solo silencio solo
donde el tiempo queda apagado,
solo allí ahora el cristal está roto.
No busques encontrar el corte
pues el silencio aquí se queda corto.
Sombras de un sueño
Un pequeño rincón para guardar lo que el alma no puede. Sigue mi blog de cerca y tendrás nuevas poesías, relatos y breves cuentos con los que te identificarás.
jueves, 27 de abril de 2017
jueves, 22 de septiembre de 2016
¿dónde nació el adiós?
Me pregunté cuantas veces
me soñaste dormida,
cuantas lo hiciste despierta
sobre la almohada y
cuantas horas de la
madrugada
pasaste muerta.
Dormí y con creces,
encontré tu partida
y la respuesta a la pregunta
que me dijiste. ¿Dónde
nació el adiós? Anoche,
muy cerca de la luna...
Farolas y candiles
Era un pasillo largo,
se iluminaba por candiles
y farolas.
Sí,
farolas y candiles a miles
entre las paredes
de un amargo pasillo,
pero ancho
para que pasasen al lado
el orgullo y el olvido.
Nunca se estrechó,
nunca iluminaron menos
las farolas,
nunca se apagaron
los candiles...
nunca llegó el final
pues el paseo era eterno:
nunca iba a acabar
ni a cambiar,
el mundo era un desierto.
la ironía de la llama
Cuando sea un verso
como fue el nuestro,
un bonito soneto
que recorría ambos cuerpos.
Que sea como la poesía
donde la vida te sonreía
y tu eras la vida mía.
Derretías de mi alma
el hielo que la enfermaba.
Cuando sea el tiempo
abrazo de nuestros besos,
caricia de los deseos
en la arena de tus dedos.
Que sea como la ironía
de en el enfado ser alegría
y de la alegría la sonrisa.
Eres tú la llama,
el fuego me acompaña.
Un castigo
Imploro un castigo.
Señor, no dejes que esta
herida
cicatrice.
Sobre mi tumba un lirio.
Señor, que sea blanco como
mi crimen.
La
espuma sube sobre la marea.
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